Doscientos dos caballos de un motor de dos litros, con doble arbol de levas en cabeza, y un sonido atronador son razones suficientes para caer locamente enamorado de esta pieza de museo llamada Abarth Simca 2000 GT, alias 2Mila.
Su razón de ser tomó cuerpo allá por 1961, cuando un proyecto de crear su propio motor inundó la cabeza de Carlo Abarth, que cerró un acuerdo con Simca para utilizar componentes del Simca 1000 en sus coches, y utilizar el nombre de la casa francesa asociado a Abarth (algo que a Fiat no le iba a gustar demasiado, y eso que Simca venía de fabricar coches Fiat licenciados, pero esto es una historia que contaremos otro día).
Para 1962 se lanzaría el Abarth Simca 1300, financiado por la marca francesa, usando parte del chasis de un Simca 1000, y con elementos del mismo, pero con un motor completamente desarrollado en Corso Marche. Estos modelos conseguirían importantes éxitos deportivos, e irían evolucionando progresivamente, hasta que un año después, allá por el 5 de marzo del 63 aparecía el Abarth Simca 2000 GT que hoy nos ocupa.
El monocasco había cambiado ya mucho más allá de una simple evolución del chasis del Simca 1000, y el motor ampliaría su cilindrada y potencia específica, hasta lograr, con 1.946 centímetros cúbicos, 202 caballos a 7.200 vueltas. El motor era "super cuadrado", con una geometría de 88x80, lo que ayudaba a tener una gran estirada, aunque abajo rateaba, para que engañarnos.
La cama era hemiesférica, con válvulas formando 74 grados entre sus vástagos, y la transmisión contaba con una caja de cambios que se mostraría claramente como su punto flaco, causando numerosos abandonos.
El coche pesaba 665 kilogramos, era capaz de alcanzar unos salvajes 270 por hora, y era no solo un digno rival del precioso Porsche 904, sino que, literalmente, se lo merendaba en tiempos por vuelta. Pero claro, la familia Porsche decía entre dientes "para terminar primero, primero hay que terminar", y ahí es donde el Abarth 2000 GT sufría más.
Con 3.610 milímetros de longitudo, el 2000 GT cumplía la máxima de Abarth de deportivos pequeños, y su altura de 1.210 milímetros le permitía tener unas proporciones elegantes y deportivas. Posteriormente el voladizo delantero se alargaría con la incorporación de un cascarón como capó delantero mono-pieza, que permitía tener un perfil más aerodinámico, y un mejor acceso mecánico en caso de averías.
Un cambio reglamentario inesperado por la CSI en 1964 costaría parte de la carrera oficial del 2000 GT, al permitir a prototipos competir contra él, lo que permitió a Porsche plantar el Carrera 6 en la misma categoría y hacer "daño" a Abarth. En todo caso el 2000 GT seguiría corriendo hasta 1968 y logrando victorias y éxitos.
Este Abarth Simca 2000 GT cuenta con el "morro largo"
Hoy en día, los 2Mila son recordados como una de las obras maestras más bellas de Carlo Abarth, y sin duda, si Abarth se plantea volver a crear un deportivo compacto, ligero y pasional, con el que atacar a la competencia, este coche debería ser fuente de inspiración, sin duda alguna, especialmente la variante de "morro chato".
Donde se da al "me gusta mucho"???.. ;)
ResponderEliminarAl Perú llegó, a mediados de los 60, uno, con dos accidentes, uno de ellos fatal (atribuyen la explosión del auto al tanque de combustible situado por encima del motor).
ResponderEliminarAquí esta la foto de ese Simca-Abarth, cuya existencia termino en noviembre de 1966 en Cano Grande, ciudad de LIma, en los entrenamientos de una prueba de circuito para coches sport:
ResponderEliminarhttp://www.facebook.com/#!/photo.php?fbid=10150628237399089&set=o.41939802623&type=1&theater