Da igual lo mucho que lo intentes, lo cuesta abajo que vaya la autopista, o las ganas que tengas de correr, pero la centralita de tu Abarth 500 no querrá dejarte ir más allá de los 210 km/h. Concretamente el fabricante italiano declara una velocidad de 205 km/h como punta, y es lo que parece querer hacerte la ECU, que cuando llegas a ese punto deja de inyectar gasolina a los cilindros y de encender chispazos, evitando que consigas más velocidad.
¿Y esto por qué? Pues por tu propia seguridad, y porque, con buen criterio, en Abarth entienden que no vas a conseguir más diversión por ir más rápido. En un coche con la batalla del Abarth, y la configuración de suspensión que lleva, la verdad es que pasar mucho más alla de esa punta es complicado, peligroso y tenso.
Y es que los Abarth se disfrutan "de cero a cien", y es una expresión sobre la que incidiremos en varios artículos próximamente, porque nos hemos dado cuenta de que, en verdad, es así. No hace falta ir a 190 para disfrutarlos, y eso es bueno para el bolsillo, para el carnet, y hasta para la ecología.
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