Sí, lo que ves es la insignia lateral izquierda de Abarth, o lo que queda de ella en nuestro Abarth 500, alias Turbotín. Un amigo de lo ajeno decidió intentar llevársela a casa para hacer la gracia, y empuñando algún tipo de objeto metálico nos rayó la pintura sin conseguir llevársela completa. Doble desgracia, ni el tiene la insignia, y encima ahora el Abarth tiene una herida de guerra.
¿Dónde queda el civismo? Tuvo suerte de que no le encontrara "en plena operación"...
hijos de la gran
ResponderEliminarLo mismo digo.. hijo de mil p...!!! Es para cortale los dedos! Pensé que esa clase de "personas" solo existia en Arg...
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