Ah, la fibra de carbono. Magnífico elemento del siglo XXI que nos permite conseguir la resistencia del acero con un peso muy inferior... Su utilidad pasa por piezas estructurales, donde la combinación resistencia-peso que ofrece supera con creces su coste extremo.
Por eso, un servidor, ingeniero industrial, pone mueca de incredulidad cuando se topa con los preparadores "tuneros" que se dedican a colocar fibra de carbono vista allí donde no aporta nada. Pero bueno, es una cuestión de gustos.
Romeo Ferraris ha decidido lanzar una línea de accesorios pensada en aquellos que, teniendo un Abarth 500, buscamos un cierto grado de personalización con la que enamorarnos cada día en el garaje.
La línea se compone de un montón de piezas en fibra de carbono, que van desde bigoteras y calandras delanteras, pasando por spoiler y difusor posterior, hasta llegar al salpicadero o los retrovisores. Los precios son de espanto (bigotera = 180€, difusor = 1.600€), y lo que es peor, el ahorro de peso es prácticamente cero. Y no hablemos de la gracia que te hará darte un toque o recibir una pedrada en un track day después de montar estas piezas.
Sinceramente, estéticamente quedan genial los cromados sustituidos por fibra de carbono, pero créeme, saldrá más eficiente si lo haces con piezas negras mate, o con imitación de fibra... La opción de Romeo Ferraris es para "pudientes" poco conocedores.
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