Los tiempos han cambiado, y mucho, desde que saliera el original FIAT 500 Abarth. El Abarth 500 del siglo XXI es un coche mucho más competente que su antecesor. Tiene cuatro plazas donde caben "cuatro personas de verdad", tiene un maletero digno para sus dimensiones externas, y encima es capaz de ofrecer prestaciones de deportivo, diversión de conducción de coche de rallyes, economía de consumo de utilitario, y distinción de objeto chic de moda.
Estéticamente ya me había enamorado en su día, como seguramente también hizo contigo, ¿verdad? Cuando lo conduje (como podrás leer en la prueba que publicaremos más adelante) me quedé locamente enamorado. Pero me surgieron dudas sobre si este coche era un objeto chic perfecto como segundo o tercer coche, o era una apuesta apta para convertirse en el único poblador de tu garaje. Y es que una cosa es ver el Abarth 500 como un juguete con el que divertirse los fines de semana, y otra cosa es verlo como tu único medio de transporte al poco de sacarte el carnet, o simplemente porque es lo único que te puedes permitir... (como nos pasa a muchos...).
Por todo ello, vamos a vivir durante más de un año y más de 100.000 kilómetros por todas las partes de Europa. Vamos a viajar, pero también vamos a ir a hacer la compra de la semana. Vamos a ir al trabajo, a la playa, a los bautizos, a las bodas que nos toquen... Todo con un Abarth 500, y te vamos a contar lo bueno y lo malo de este pequeño gran coche, para contarte nuestra experiencia, subjetiva, pero sincera.
A continuación tienes links a cada uno de los artículos de este tema que ya hemos publicado:
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